UN. El viernes a la tarde, de pronto, me pintó el bajón. Entonces me dije ¿Así que nadie me mima? OKEY, entonces me mimo yo. Agarré mi mp4 y la billetera y salí a derrochar (?!). Me compré un anillo para compensar a mi pulgar que se sentía súper desnudo, y este anillo es más lindo que el otro. Me compré muchas colitas para el pelo y me regalé recorrerme toda la librería artística y salir con marcadores de colores (aguantá, no derroches tanto a ver si te quedás en bancarrota...). Y volví a mi casa y me regalé una merienda archiriquísima.
DOS. La tarde del sábado pasó de largo. La noche llegó con pizza (con mucho queso), amigos a los que no veía juntos desde hacía como dos meses, una carta de R desde Alemania, un bar de jazz más que copado y un retorno a casa-charla de madrugada-almuerzo improvisado con Mejor Amiga.
TRES. Lo que pintaba ser una tarde mega tediosa haciendo una monografía insoportable, se convirtió en varias hojas de chamuyo, copiar-pegar, café y el descubrimiento de que no entiendo el word del windows 7.
(Sí, hice un balance de fin de semana re aburrido, ¿y?)
5 comentarios:
Odio cuando renuevan el word y esas cosas, o sea, ¡me quedo con 98 toda la vida!
Me gusta eso del cafe con monografia se siente bien.
El Word más nuevo no lo entiende nadie...
grrrrrrr, tuviste un finde lindo al menos, te envidio.
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