23.2.15

delirios de febrero

¿Por qué todo tiene que ser por algo? ¿Por qué esa manía nefasta de pensar que cada cosa que a una le pasa tiene que ser por algo que sucedió ayer, el año pasado o cuando tenía 3 años?
Es mucho más divertido pensar en las casualidades. Fijate, tiene mucha más onda un "uy boludo, qué suerte haberte conocido, que casulidad tan genial" que "seguro si nos conocimos fue por algo y si no nos conocíamos cuando nos conocimos, nos hubiéramos conocido después". NO, ¿entendés? NO. Son decisiones que uno toma. Ir a este colegio, hablarle a esa persona porque tiene una remera de unos colores muy alegres, preguntarle a esa piba dónde compró esas sandalias por el simple hecho de que te flashearon, quedarte cinco minutos más mirando ropa, contestarle al tercer pibe que te gritó algo y no al primero o al sgeundo PORQUE SÍ, porque pintó, porque de pedo se me ocurrió eso y no otra cosa. De casualidad. De casualidad encontré la receta de un budín de banana nuevo y lo hice y no hice las galletitas de limón. Porque lo decidí en el momento.
¿Qué necesidad hay de estar buscando una causa y un porqué para todo? ¿Para qué hacer todo tan lineal, cuando la realidad es que somos todos unos garabatos llenos de vueltas, idas, venidas y purpurina?

No hay comentarios: