17.7.15

reencuentros

Conmigo. Pero de verdad. Se temrinaron los monólogos de todas las vocecitas re gomas, re densas, que no se ponían de acuerdo, que trataban de imponerse. Como una esquizofrenia pero peor, porque yo estaba ahí de espectadora, sin saber a quién creerle. Y entonces aparecí yo. Hola sí, qué tal, mucho gusto. Me empecé a contar las cosas que de verdad quería, me empecé a enrostrar las cosas que realmente necesitaba, las que no necesitaba más, las que tenía que cambiar y qué tenía que ir a buscar. Este suéter blanco brillosito que me puse ahora para estudiar e ir a jazz, por ejemplo. Es una clara muestra de algo que tenía que buscar.
Después de mucho tiempo, en armonía conmigo, estoy disfrutando de mis problemas, inhalando todo eso que tenía y que no estaba sabiendo aprovechar. Ahora de verdad.
Ayer, por primera vez, preparé una materia en una noche. Cené comida china Y chocolate y me cagué de risa y no quise vomitar. Tengo que decidir cómo organizar el último año de mi carrera, porque claro, en un año me recibo, y ya me imagino mi sello. El otro día, por primera vez, le dije a alguien que voy a ser "la mejor médica ever" y me lo creí. Por primera vez camino con mi mochila, tranquila, y sé todo lo que hay adentro, qué pesa más, qué pesa menos, de qué color es cada cosa y qué vale la pena guardar mejor. Por primera vez muchas cosas, por primera vez siento que no hubo tiempo perdido, porque tiempo perdido sería si estuviera escribiendo esto a los 40, después de una trayectoria vacía. Y no. Está llena. Llena de dibujos, de coreos arriba del escenario y enfrente del espejo, enfrente de otros ojos, está llena de más coreos por venir. Llena de más dibujos por venir. No llena, pero si cubierta de gente, y todavía queda otra tanta gente por venir. Encuentros casuales, sin querer, ¿qué pasó? Se movió el tablero, varias veces. Llena de senaciones. Llena de yo. Por primera vez.
POR FIN,