Está bueno esto, eh. O sea, estoy medio densa porque me volví una persona medio asquerosamente feliz y optimista. Volvió la copada que dibujaba zapatos y mujeres sexys de perfil con Regina de fondo, la que volvía de jazz cantando lo que acaba de bailar y baila mientras espera en el semáforo.
Volvió una flaca a la que no conocía, que hace semanas que no llora, que le encuentra un lado positivo a todo, ese lado que antes tenía que venir de afuera.
En fin. Me da asco leer lo que escribí, estoy empalagosamente bien, así, conmigo.
Me volvieron a entrar dos jeans que no me entraban. Mañana no me tengo que levantar a las 6.
Tengo una playlist para hacer un show en vivo en mi living (esos shows de micrófono-desodorante, remeras y shortcitos que hace mucho me quedan chicos y peinados según la canción).
Y estoy tan bien que no puedo dejar de escribir. Qué hija de puta.
Que alguien venga y me ponga triste de una trompada.
2 comentarios:
Hi :) Veo que a tí también te agarra esa alegría
es lo mejor! el calorcito nos pone así
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