Puedo decidir si tirarme en el sillón a leer mi gloriosa novela veraniega y tomarme un tecito o armarme una playlist y pintar adornos para mi pared, hasta que empiece Alma Pirata.
Puedo hacer una lista prolija y organizada de cómo voy a dividir mi sueldo.
Puedo elegir entre perfume de mango o de chicle.
1 comentario:
gloriosa novela veraniega, lo demás podés hacerlo en cualquier momento del año.
Cree me que los tomos de ochocientas páginas no volvés a tocarlos si tenés que estudiar durante el año.
Publicar un comentario