28.8.15

¿sabés?

Me hago un tecito de limón y miel para ponerme a estudiar glaucoma con la taza de lunares entre los resaltadores. Y mientras pienso un rato en vos, ¿sabés?
Antes, mientras esperaba que hirviera el agua, te llamaba, te contaba, nos reíamos un rato, hacíamos algunos planes, nos decíamos cosas lindas o giladas que en realidad eran cosas más lindas.
En el medio del torbellino full-time de pseudomédica que baila y aspira con investigar mambos muy copados mientras da clases y hace guardias cuando tiene tiempo, te extraño. Me llené la vida de un montón de cosas, pulgares para arriba. Pero te extraño. El asiento de tren ese que me dijiste, sigue estando desocupado, tuyo. No me olvido de la caja de purpurina. No me olvido de nada. Cada tanto pienso en lo de la persiana, en La Tolva, en SanCle, en que nunca habías ido a tomar un café, en que yo nunca había visto una de terror en el cine.
En el medio de todo medio que estás vos, en un duelo que hago de a ratos, un día no y dos sí, o al revés. A veces te veo cuando bailo, a veces siento tu perfume en el subte. A veces escucho Black Flies (a propósito, no de random), y Sail y Hold back the river.
Todas las veces sonrío, ¿sabés?