12.9.15

Sensaciones flotantes, resbaladizas, en la espalda y en toda la piel (pero sí, más en la espalda). Dulce de leche tentación, tentación, tentación, tentación, frutilla. Sensaciones flotantes porque me quedo mirando, "me gusta que la gente diga 'la quedó'" y yo lo digo, pero ya lo decía. La quedé yo, un poco, entre el dulce de leche, las manos, la ruedita del asiento que va girando para atrás. Las vueltas, calles como de ciudad abandonada y en la cabeza "One time" y nada más, porque no puedo pensar, soundtrack permanente de sensaciones flotantes. No quiero volver. No. No vuelvo, vuelvo después. Las vueltas. Calles iluminadas con gente de adorno que camina para hacer de cuenta que la ciudad es mundo, que el mundo importa, cuando en realidad no importa (no importa, no importa, verdaderamente no importa). Hay lugar, justito, y hace frío, manos en los bolsillos, freno de golpe en una vereda cualquiera y todo gira un montón, no para de girar, me gira la cabeza, el cuerpo, las sensaciones flotantes. Mesitas altas, banquito que va y viene, pero más viene que va. Y volver, sin ganas pero con ganas, records, bailar y seguir bailando, y el asiento que se corre y me corro yo, y "¿querés un cubanito?" y beso medio de chocolate, medio de sensaciones flotantes.