5.12.15

¿Cómo vas a hacer para manterelo a raya? Al monstruito, al mini-cuco que acecha esperando un instante ínfimo de debilidad (¡y está tan lleno de esos estos días!) para poder entrar, inmiscuirse por entre las hebras del pelo, que ya no está opaco, subir y perforar la piel del cuero cabelludo, la calota, despacio para que nadie lo note. El monstruito cuquito con sus aguijones de voces distintas que pinchan las circunvoluciones encefálicas, estimulando corrientes eléctricas que te hacen llorar, que hacen que mueras de culpa, de sueño, de ganas de no estar del todo, escaparte.
Vos y el monstruito, es un uno a uno. Él con sus aguijones, con una bolsa llena de recuerdos empolvados, de maniquíes gordos y de adolescentes desoladas, llena de sábados grises, de ropa ancha, de diarios íntimos abarrotados. Vos con la cartuechera nueva, de lunares, el sahumerio de vainilla, el calendario con la cuenta regresiva, los planes para después, mañana, el jueves, viernes, más tarde, la versión de Esteban Morgado de Cinema Paradiso.
Que no te gane.
3, 2, 1...