Hoy en el colectivo se subió una mina con un nenito en brazos que tendría unos 3 años. El nene era un manojo de rulitos rubios, ojitos claros y cachetitos súper mega apretujables y una sonrisa re compradora y estaba vestido que te lo querías comer. La cosa es que se sube la madre con el cositito en brazos y una mina que había subido adelante pidió un asiento, por favor, que hay una señora con un bebé, y todos se callaron justo y se escuchó una vocecita re dulce y re finita que dijo ¡yo no soy un bebé!
Y nada, todos morimos de amor. Y ahí decidí que me hijo también va a ser así de lindo. Me voy a tener que casar con Johnny Depp. O con Gael García Bernal.
1 comentario:
Bueno, hace un tiempo, venía yo muy pero muy dormido acomodado contra la ventanilla en uno de los primeros asientos individuales en la parte de adelante de un bondi. En eso, siento que alguien me toca el codo varias veces. Abro los ojos, calculale la lucidez del momento, y no veo a nadie. Me vuelven a tocar, vuelvo a mirar y me encuentro con una personita de casi un metro y monedas que me dice: "Yo ya estoy grande para parado en colectivo, pero mi hermanito todavía es muy chiquito y mi mamá lo tiene que cargar a upa y se cansa. ¿No le darías el asiento a mi mamá que nadie se levantó todavía?".
Me levanté y le dejé el asiento, está claro, pero primero casi me lo como a besos al pendejo.
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