28.5.17

Justo cuando pensabas que (te) estebas entendiendo, cuando creías que habías llegado a descifrar el orden de las cosas que hasta hace pocos días flotaban y rebotaban sin rastros de lógica, justo ahí vuelve a descuajeringarse todo. Y quizás la intensidad de una semana o e un día o de una hora puedan endurecer un pedazo de tiempo. Y quizás de pronto no puedas controlar lo que jamás creíste que ibas a querer controlar.
Porque de pronto el miedo de que no me extrañes fue superado por el miedo a dejar de extrañarte yo.