12.8.10

qué pena, ¿no? (no)

Che, pero qué cosa, (por fin) se rompió el vaso. Uno de éstos vasos digo. Y no es que se me rompió. A cualquiera se le hubiera roto porque era un vaso de plástico, de esos de cumpleaños, ¿viste? Esos que duran un par de horas nomás. Y seguro alguien le va a pegar un pedacito de cinta scotch y lo va a volver a usar y después se va a volver a romper y así sucesivamente por los siglos de los siglos, hasta que sea un bodoque de cinta scotch, pegoteado, sucio y frágil. Pero bueno, son cosas que les pasan a los vasos descartables, ¿no? (sí).

2 comentarios:

Paula dijo...

Pisalo y buscate una copa de cristal. Dale, que podés.

Muá.

el chino dijo...

nunca se sabe,quizás un día ese vaso encuentre alguien que realmente andaba necesitando un vaso,lo atesora y cuida durante su breve vida