Che, pero qué cosa, (por fin) se rompió el vaso. Uno de
éstos vasos digo. Y no es que se
me rompió. A cualquiera se le hubiera roto porque era un vaso de plástico, de esos de cumpleaños, ¿viste? Esos que duran un par de horas nomás. Y seguro alguien le va a pegar un pedacito de cinta scotch y lo va a volver a usar y después se va a volver a romper y así sucesivamente por los siglos de los siglos, hasta que sea un bodoque de cinta scotch, pegoteado, sucio y frágil. Pero bueno, son cosas que les pasan a los vasos descartables, ¿no? (sí).
2 comentarios:
Pisalo y buscate una copa de cristal. Dale, que podés.
Muá.
nunca se sabe,quizás un día ese vaso encuentre alguien que realmente andaba necesitando un vaso,lo atesora y cuida durante su breve vida
Publicar un comentario